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viernes, 30 de diciembre de 2011

La nutrición ortomolecular

(U otra nueva super dieta que no es que sea milagrosa para bajar peso, que también, si no además cura. Y nótese el puntillo irónico...)

La nutrición ortomolecular se basa en el principio de que, en algunas ocasiones, a nuestro cuerpo le faltan ciertas sustancias no en una cantidad suficiente como para producir síntomas exagerados, pero sí para dar cierta sintomatología. Unas de esas ortomoléculas, como las llaman (porque toda "Medicina alternativa" ha de tener neoterminología) son las vitaminas, y por ello también es conocida como la dieta de las megavitaminas. Así, la dieta que cada persona ha de seguir es totalmente personalizada, creada por el especialista en función de sus síntomas y por tanto, de sus necesidades.

Nació a finales de los años 50 de la cabeza de Linus Pauling (que sí, ganó el Premio Nobel dos veces, pero la historia nos ha demostrado que ganar un Nobel de Ciencias no supone necesariamente nada) La cosa es que el señor Pauling leyó a su vez un libro del psiquiatra Abram Hoffer que afirmaba que podría existir una relación entre la deficiencia de ciertas vitaminas y la enfermedad psiquiátrica y a partir de ahí llegó a la conclusión de que gran parte de las patologías se debían a deficiencias subclínicas de micronutrientes, creando el término ortomolecular.
Investigó y teorizó sobre el tema (de ahí, por ejemplo, viene el mito de que la vitamina C previene los resfriados, como bien nos contaba Sophie hace bien poco) y consiguió algunos apoyos, como el doctor Richard Kunin, que fundó junto a él la Sociedad de Medicina Ortomolecular y formuló los 15 principios que identifican el espíritu ortomolecular (mis comentarios en azul)

1. Las ortomoléculas son la base del diagnóstico y tratamiento médicos. El conocimiento del uso seguro y efectivo de los nutrientes, enzimas, hormonas, antígenos, anticuerpos y otras moléculas presentes en la naturaleza son esenciales para asegurar la eficiacia en la práctica médica.

2. Las ortomoléculas tienen un riesgo bajo de toxicidad. Los fármacos tienen un mayor riesgo y son por lo tanto de segunda elección si hay un tratamiento ortomolecular alternativo. No solo las ortomoléculas son en sí mismas fármacos (vitaminas, hormonas...) lo que ya hace que la frase sea una incongruencia, si no que volvemos a caer en la falacia de que lo natural carece de riesgo.

3. Los exámenes de laboratorio no son siempre precisos y las pruebas en sangre no reflejan necesariamente los niveles de nutrientes dentro de los órganos y tejidos; especialmente en el sistema nervioso. La prueba terapéutica y la titulación de dosis a menudo son más prácticos. Hoy en día se conoce suficientemente bien el metabolismo de los distintos nutrientes como para reconocer una posible patología valorando las pruebas de laboratorio de las que disponemos (incluída una biopsia del órgano en cuestión si hubiera por ejemplo una enfermedad por acumulación). Sin embargo, las determinaciones en pelo y heces de nutrientes, hormonas y metales pesados llevadas a cabo para el diagnóstico en la consulta del terapeútica ortomolecular carecen de utilidad, salvo en patologías relativamente severas (por ejemplo, una esteatorrea por malabsorción grasa o una intoxicación por arsénico) que darían seguramente más síntomas y signos. No obstante, es este principio en el que más se basa la nutrición ortomolecular, pretendiendo no sólo asegurar la correcta absorción del nutriente, si no que este llegue al órgano en el que más se necesita.

4. La individualidad bioquímica es un precepto central en medicina ortomolecular. Por lo tanto, encontrar la dosis óptima de nutrientes es un asunto práctico. Las megadosis, o dosis mayores de lo normal, son a menudo efectivas pero solo pueden determinarse por pruebas terapéuticas. La titulación de dosis es necesaria en casos que no respondan. Sin embargo, una megadosis de vitaminas liposolubles puede producir patologías, como cálculos renales en el caso de la Vitamina D).

5. Los Requerimientos diarios mínimos (RDA) de la FDA de Estados Unidos son aplicables a sujetos sanos normales. Por definición, los pacientes enfermos no son sanos o normales y no se adecuan a estos requerimientos. Por supuesto. Pero resulta que estamos mezclando churras (requerimientos, consumo) con merinas (valores sanguíneos) De existir patología que genere malabsorción o consumo aumentado y a fin de cuentas, deficiencia, ésta se podrá demostrar analíticamente.

6. La contaminación ambiental del aire, agua y alimentos es común. La búsqueda de contaminantes tóxicos está justificada y es necesario un alto índice de sospecha en todos los casos. De nuevo, una intoxicación, ya sea aguda o crónica produce síntomas claros, conocidos y por otra parte, es fácilmente demostrable sin necesidad de costosos análisis que solo pueden ser realizados en laboratorios autorizados por el terapeuta holístico.

7. La salud óptima es un reto. Las necesidades bioquímicas cambian y nuestras prescripciones ortomoleculares deben cambiar basadas en seguimientos, exámenes repetidos y pruebas terapéuticas para permitir un ajuste fino de cada prescripción. Claro, no sea que el paciente esté curado y no vuelva a pasar por caja (perdón, por la consulta)

8. Los trastornos relacionados con nutrientes son siempre tratables y las deficiencias son siempre curables. Ignorar su existencia es equivalente a mala praxis. Claro que lo son. Un trastorno relacionado con nutrientes es una desnutrición (o un exceso de nutrientes)

9. No permita que el derrotismo médico impida una prueba terapéutica: las enfermedades hereditarias a menudo responden al tratamiento ortomolecular. Simplemente, sin palabras.

10. Cuando se sabe que un tratamiento es seguro y posiblemente efectivo, como en casos de terapia ortomolecular, es obligatorio probar. Por suerte, en la medicina convencional está extendido el uso del método científico y debido a las comprobaciones anteriores, se prescribe un tratamiento tras tener pruebas de que es el adecuado y no solo por probar.

11. Los pacientes son generalmente personas en quien confiar. El paciente debe escuchar su cuerpo. El médico debe escuchar a su paciente. Esta es la típica que da credibilidad y defiende a la terapia alternativa frente a la medicina tradicional, ya que un terapeuta tiene más tiempo para escuchar (ya lo cobra) y un médico del Sistema de Salud público español, más quisiera muchas veces que poder dedicarle 15 minutos a su paciente.

12. Denegar al paciente información y acceso al tratamiento ortomolecular es negarle la posibilidad de escoger otros tratamientos. Esta es más de lo anterior. Médicos dictadores y cabezacuadradas que no ven más allá de sus medicina comprobada porque les han comido la cabeza las empresas farmaceúticas. O algo así.

13.Informe al paciente de su estado. Muéstrele información y estudios. Respete su libertad para escoger su tratamiento. Lo que decía en la anterior, vaya.

14. Lleve al paciente a darse cuenta que la salud no es meramente la ausencia de enfermedad sino el logro positivo de la optimización de sus funciones y su bienestar. En eso estamos todos de acuerdo. La OMS también.

15. La esperanza puede curar y las terapias ortomoleculares son una valiosa fuente de esperanza. Esto es ético siempre que no haya falsedad o deformación de los hechos. Había que cubrirse las espaldas legalmente...

La medicina ortomolecular en la actualidad

No se puede negar que la medicina ortomolecular es una pseudociencia con relativa aceptación (no en vano, según la FDA se trata de la novena pseudociencia más utilizada en Estados Unidos, tratándose en muchos casos de automedicación, ya que las vitaminas son medicamentos de venta libre)
De hecho, ha evolucionado bastante, recomendando que para un total bienestar se combine con otras medicinas alternativas como homeopatía o flores de Bach y llegando a teorías como que la leche de vaca no es adecuada para el consumo humano y produce desde artritis a asma, ya que molecularmente es demasiado grande, lo que se demuestra con la diferencia de tamaño entre un ternero y un bebé (sic...) Hay otras teorías igual de interesantes y divertidas relacionando nutrientes y patologías que ya os contaré, porque este post ya es demasiado largo.

Sin embargo, pese a haberse publicado muchos artículos relacionados con el tema desde finales de los 5o, nunca de ellos ha conseguido demostrar su eficacia real. Si ha sido demostrado sin embargo el riesgo de sobreexponer a un paciente a un exceso de nutrientes.

4 comentarios:

  1. Me ha encantado este post y me parece muy interesante. La verdad es que yo soy una firme defensora de no hacer dieta y simplemente, comer sano... (hay excepciones claro, como el colesterol genético o los Celiacos, etc.)

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  2. Simplemente sin palabras. Como dice Miriam yo también soy defensor de que la mejor dieta es comer de todo pero poco unido a algo de ejercicio físico, y ya si nos ponemos mental.
    La gente desgraciadamente (y muchas veces por lavados de cabeza de la televisión o los mitos) se agarra a un clavo ardiendo, y luego de ahí aparencen dietas Dunkan y demás...AY.

    Un besico!

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  3. Gracias por la informacion!
    Feliz año preciosa
    besitos
    Gracias por aparecer en mi 2011...

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  4. Interesantísimo este post.
    Me lleva a reflexionar sobre algo recurrente: nos comen la cabeza. Hace 2 días me llegó mi madre toda eufórica diciendo q me iba a comprar un complejo vitamínico que le había recomendado no sé qué amiga y me iba a venir de lujo para fortalecer la memoria en estas épocas tan chungas con el examen a las puertas... (Pobre la tengo q querer así) por mucho q le dije que para mí eso eran chorradas y no pensaba hipervitaminar mi cuerpo para nada ella insiste e insiste.

    Lo q más gracia me hizo fue q el prospecto ponía q las hay q tomar entre 2-4 sem mínimo para empezar a notar el efecto... Oh qué pena, mi examen es en 12 días!! "No importa. Te las tomas igual, daño no te va a hacer, no ves q no tiene ninguna contraindicación?¿" Que no tenga contraindicaciones no quiere decir q sea bueno, ni que me lo tenga que tomar por eso.

    A lo q voy, q comparto tu opinión de "Pq algo sea natura no quiere decir q sea bueno y no tenga riesgos".

    Ah y me encanta tu reflexión del punto 12 jajaja Si es q los sanitarios no sabemos de nada mujer... nos adoctrinan y punto.

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