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domingo, 28 de abril de 2013

Come un croissant tonta, que invita Pfizer

Hace unos días fui a un curso que organizaba el servicio en el que estoy rotando ahora mismo.  Era un curso bastante humilde, con poquillos asistentes, en el propio hospital y de asistencia libre, previa inscripción pero sin cuota.

Pero en la entrada estaban los míticos bolis.
He tenido la suerte de moverme en un ambiente farmacrítico en el que se cuestionaba cada detalle y se buscaban alternativas. No obstante, siempre he tenido claro que la relación médicos-industria es muy complicada y que cosas como las que comenta Sophie en este artículo tienen mucho que ver. Vaya, que pese a tener mi postura, no juzgo. Sé que llegará el momento en el que los motivos para decir que no sean mayores que el fuerte olor a mantequilla de un croissant y es que al hacerse mayor la relación industria-médicos parece cada vez algo más natural y por ello, más difícil de evitar.

Pero en este caso hablamos de un par de carpetas, unos bolis y el coffe-break. ¿De verdad es necesario solicitar la colaboración de la industria para cuanto, ¿200 euros sin los que se podría llevar a cabo el curso perfectamente? o es ya parte de una costumbre asumida?
Nadie lo cuestionó. Había bolis, se podían coger. La comida estaba ahí, y era para comerla. Todos sabemos como funcionan en España estas cosas, ¿No? "Y tú Nebu, no comes nada? Si es gratis" Expliqué mi postura. Que creo que no es gratis.
La misma cara de siempre: "chica, como eres".

Tengo claro que al ir al curso algo colaboré con esa relación, con ese acuerdo tácito que se hacía en los 90, ahora ya no, pero tengo la tranquilidad de que el bocadillo que me llevé desde casa no me hizo entrar en demasiados debates éticos (y también estaba bien rico)

lunes, 22 de abril de 2013

Cefalea ab sectaMIR

Claro que sí.

Porque ahora está de moda inventarse enfermedades (y hasta que pueda llegar a mi sueño de descubrir una realmente y llamarla Nebulomatosis de von Zoiberg tendré que conformarme con esto) Al fin y al cabo, se ha descrito la cefalea coital ¿No?
Pues yo también sé jugar a eso (a describir, no al coito. Al coito también, pero no es este el tema. En fin, que me estoy liando)
Hoy he venido aquí a hablar de la cefalea ab sectaMIR.
No hace falta ser un lumbreras para adivinar que se trata de un dolor de cabeza relacionado con las clases de academias de preparación del MIR (a las que yo llamo cariñosamente #sectaMIR así como genérico de la de los colegas, la del  monorrail y todas todas las demás).

Son cefaleas de características tensionales y con un origen que no está claro, bailando la etiología entre el "con tanto imagina que hoy es tu examen MIR, qué responderías? me va a reventar la cabeza" y el "tengo los músculos del cuello como piedras porque 12 horas con el culo pegado a una silla no pueden ser sanos".
Lo que sí está claro es que son bastante refractarias al tratamiento habitual, pero mejoran notablemente saliendo del aula infernal, tomando un par de cervezas y teniendo vida.

En fin, que a veces me duele la cabeza.  Pero sobrevivo

jueves, 11 de abril de 2013

Monday mornings ¿De verdad necesitábamos otra serie de médicos?

Pues no, no la necesitábamos.
Pero siempre que una nueva serie de médicos salte a la pantalla, desde los primeros días del County General, tendrá un público asegurado. Algunos somos así, adictos al drama, y es que aunque la calidad de Urgencias no se puede comparar con apenas ninguna serie de médicos sí que se puede encontrar un denominador común: el dramón. Y cuanto más, mejor.

Y en estas estábamos, en la Spring season de Estados Unidos, y apareció en la TNT Monday Mornings.
Monday Mornings está basada en la novela homónima de Sanjay Gupta, un neurocirujano que además debe ser bastante televisivo.
Básicamente nos cuenta las peripecias de un grupo de cirujanos del hospital Chelsea general, de Oregon, que cada lunes por la mañana se enfrenta a las sesiones de morbidity and mortality en las que el Director de Personal del centro (el Doctor Hooten, de traje y pajarita en la foto) les interroga sobre los errores que han cometido en la práctica clínica, sin que lleguemos a saber muy bien si la crítica es constructiva o destructiva.

Tenemos a los neurocirujanos guapetes, la cirujana torácica con carácter, el coreano de buen corazón, bruscas maneras y dificultades con el idioma y el obsesivo-compulsivo encargado de la unidad de trasplante de órganos. Ah! y el doctor Villanueva, que viene siendo el tipo con carisma, que siempre sabe qué decir y cómo decirlo, el adjunto que todos querríamos tener (y que hacía de hermano del Doctor Benton en Urgencias y también salía en Pulp Fiction, como información irrelevante)

Ya se han emitido los 10 capítulos de la primera temporada y la posible renovación o cancelación para una segunda  está en el aire. La puntuación en FilmAffinity y similares no es muy alta pero yo le doy un aprobadete alto, y es que sólo por ver como evolucionan personajes como Hooten, Villanueva o  Park (el coreano) merecería no caer en el cajón de los proyectos que nunca llegaron a una segunda temporada.


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